El profesor como corredor de fondo

domingo, 15 de abril de 2012
Los que, como yo, habéis dedicado parte de vuestro tiempo a correr largas distancias, habéis pasados horas y horas corriendo en soledad, y habéis hecho vuestra la máxima de Haruki Murakami: "el dolor es inevitable, pero el sufrimento es opcional" (De qué hablo cuando hablo de correr, Tusquets Editores), entenderéis mejor que nadie las palabras que vienen a continuación.

Desde siempre he pensado que existe un paralelismo evidente entre los corredores de fondo y los profesores, y que la máxima de Murakami tiene todo el sentido para un docente: cuando parece que todo está en tu contra, que estás en el límite de tus fuerzas, seguir luchando depende de ti.

La famosa soledad del corredor de fondo es muy parecida a la que siente un profesor en su aula o en su escuela. Ves pasar el tiempo y te esfuerzas por conseguir tus objetivos: para el corredor de fondo ir más rápido a mayor distancia; para el profesor motivar y enseñar a sus alumnos, llevarlos a la meta de la mejor forma posible. Pero estás solo, nadie puede hacerlo por ti, por lo que tienes dos opciones: o te rindes o continúas luchando.

Los que se rinden pueden seguir corriendo (o enseñando) pero a ritmo lento, de forma mecánica, sin disfrutar de la sensación de superación, sin alcanzar los objetivos. Los que luchan pueden alcanzar cada vez objetivos más importantes y, además, disfrutar haciéndolo.

A los corredores de fondo y a los profesores nos suelen ensalzar con las mismas palabras: "Que fuerza de voluntad que tienes, lo que haces es muy duro". Es cierto, es duro. Pero hay un secreto: en el caso del corredor se llama entrenamiento; en el caso del profesor, formación.

Si intentas correr un maratón sin estar bien preparado (y hay mucho insensato que lo hace) es lo mismo que si te enfrentas a veinticinco alumnos sin tener los conocimientos y los recursos didácticos necesarios. Estás abocado al fracaso más estrepitoso... y en el caso del corredor de fondo, el perjudicado es uno mismo; pero en el caso del docente, los perjudicados son sus alumnos. ¡Y eso ya es un tema más serio!

Otra de las pruebas atléticas propia de los corredores de fondo son las carreras de obstáculos y, de esas, en estos tiempos de crisis en que vivimos, los profesores corren todos los días. Menos sueldo, menos recursos, más alumnos por aula... ¡habrá que prepararse bien para ganar esta carrera!

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