"El fracaso no es caer, sino negarse a levantarse." Proverbio chino
Justo cuando las personas necesitamos ser más hábiles, más competentes, más autónomos, más emprendedores y más creativos para afrontar con garantías de éxito los retos y desafíos que nos plantea el mundo y la sociedad en que vivimos, se acaba de detectar una "nueva enfermedad" en nuestros centros de educación infantil, que amenaza con contagiarse a otros niveles educativos.
Esta "enfermedad" se manifiesta con una sintomatología bastante curiosa: niños y niñas que caen al suelo y se quedan allí inmóviles sin poder levantarse; llorando y quejándose, pero totalmente incapaces de levantarse por sí mismos,
Resulta que se ha demostrado que esta "enfermedad" es consecuencia de que, durante mucho tiempo, cuando los niños y niñas caen al suelo siempre hay un padre, una madre, un abuelo, una abuela (un maestro, una maestra) que, sin perder un segundo, corre para levantarlos del suelo y comprobar con estruendosa preocupación que no les ha pasado nada, sin dejar que sean los propios niños y niñas los que se levanten por sí mismos.
El caso es que, con la mejor de las intenciones (porque eso es indiscutible), no permitimos que nuestros hijos e hijas (alumnos y alumnas) se enfrenten a la posibilidad de equivocarse (de caer) y tener que buscar soluciones a esa situación de manera autónoma. Por eso, les hacemos tareas escolares en vez de ayudarles si nos piden ayuda, no les permitimos que exploren el mundo para que no se hagan daño, les llenamos el tiempo de actividades formativas sin darles oportunidad a que se aburran para sean creativos e imaginativos a la hora de buscar entretenimiento... Sí, se lo damos todo hecho, se lo hacemos todo.
Estamos educando a nuestros hijos e hijas (alumnos y alumnas) para evitar que se caigan, que se equivoquen, cuando deberíamos estar educándolos para que no tengan miedo al fracaso, para que tengan una alta tolerancia a frustración, para que aprendan de sus errores, en definitiva, para que se levanten cuando caigan.
"Las personas se hacen más fuertes al darse cuenta de que la mano ayudante que necesitan está al final de su propio brazo." Sidney J. Phillips
DE "DOCENTE TORRE DE CONTROL" A "DOCENTE AVIÓN"
Hace 8 horas
Genial. Soy Pedro Marcet. Un seguidor tuyo porque lo que dices en tu blog coincide con lo que yo pienso. Lo único es que tu lo expresar mucho mejor que yo. Te invito a mi blog: www.javiermarcet.com
ResponderEliminarMuchas gracias por otra gran reflexión Salva, creo que deberíamos plantearnos una nueva "asignatura" en la escuela y que se llamase persistencia porque como bien dices el fracaso sólo llega cuando se deja de persistir. La habilidad de persistir es la base para que cualquier persona alcance sus sueños, necesitamos más foco en esto desde la escuela y las familias.
ResponderEliminarConcuerdo completamente con lo que dices y creo que es muy importante saber levantarse cuando uno se cae. Yo también intento educar a los niños a traves de mi página web web del peque.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, pero la foto está mal escogida (desde mi punto de vista). RUGBY, RUGBY, RUGBY.
ResponderEliminar“Que los niños deberían jugar al rugby para conocer el esfuerzo y el sufrimiento del trabajo en equipo; respetar la autoridad; crecer bajo la aceptación; valorar el silencio; y sobre todo, lo que cuesta ganar un metro en la vida y lo fácil que es perderlo por no saber callar.
En el Rugby a veces se complica el juego, pero al menos no se finge. En el Rugby no se busca engañar al árbitro, en el Rugby el ganador hace un pasillo y agradece el esfuerzo del perdedor. En el Rugby, el equipo local está obligado a invitar a comer y beber al visitante, en el Rugby no hay gritos al árbitro. En resumidas cuentas, un ejercicio centenario donde se ensalzan esos vocablos que hoy en día han caído en desuso: Educación, Esfuerzo, Respeto, Silencio, Trabajo, Dedicación y sobre todo mucha, mucha Humildad con hache mayúscula, como los postes de Rugby”.
Fuente: https://www.alicanterugby.es/2016/02/09/decia-un-monje-irlandes/
Tienes toda la razón y es una problemática actual, el hecho de que los padres sobre protegen a sus hijos y al final por hacer el bien terminan limitandolos. Realmente es algo para reflexionar y repensar el rol como padres y como actuar ante determinadas situaciones, para que sea beneficioso para nuestros hijos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, pero cómo maestro de Educación Física vivo con el miedo que algún padre/madre/compañero/a me recrimine si no atiendo inmediatamente a un alumno/a caido/a.
ResponderEliminarPor experiencia tengo comprobado que los alumnos tienden a esperar que el maestro se acerque rapidamente en caso de caida, y yo intento evitarlo al máximo, y compruebo que casi el 99% de las ocasiones la caida no es para nada grave y los alumnos acaban levantandose por su propio pie y volviendo al juego cómo si nada.