La escuela cansada

domingo, 28 de octubre de 2018
"La escuela a medida no se puede describir de manera definitiva, en un modelo que se debe probar y repetir. Solo puede nacer como una escuela que renueva constantemente su modelo, reinterpretando constantemente las exigencias, las sugerencias directas o indirectas, la cultura espontánea, las necesidades de aquellos niños concretos, de aquel niño concreto, aquel año, aquel día." Gianni Rodari

Los síntomas de cansancio de la escuela son evidentes, pero también las múltiples fórmulas para revertirlos que cada día ponen en marcha miles de docentes. Esas buenas prácticas docentes son las vitaminas que permitirán rejuvenecer, reformular, una escuela que por momento parece incapaz de dar soluciones a las nuevas necesidades del mundo globalizado y digital en el que vivimos.

Otra de las cosas que ayudará a que la escuela vuelva a su edad dorada, a recuperar su energía juvenil, es la dotación de recursos económicos por parte de las administraciones correspondientes, la mejora de los recursos, la reducción de las ratios, la mejora laboral de los docentes y el reconocimiento de su labor a todos los niveles... Esto es básico, aunque de tan básico que es, en ocasiones lo olvidamos.

La escuela actual necesita de grandes dosis de adaptabilidad a las situaciones y necesidades cambiantes, de resiliencia para levantarse tantas veces como caiga, de creatividad para ser capaz de afrontar los problemas de aprendizaje de los alumnos desde distintos puntos de vista, de cooperación porque trabajando juntos llegamos más lejos, de entusiasmo que sirva de combustible para que todo lo demás sea posible.

Pero no solo con entusiasmo vamos a rejuvenecer la escuela. La formación y la mejora de los conocimientos docentes es fundamental. Los docentes tienen que mejorar constantemente el dominio de su área de enseñanza, pero también la manera como hacen que sus alumnos accedan a ellos. Tan importante es lo que se enseña como el modo que se hace.

La escuela está cansada porque está demasiado parada, demasiado quieta. La escuela necesita de movimiento para sentirse más eficaz y eficiente. Cuanta más capacidad tenga para responder de manera rápida a los problemas y a las nuevas situaciones, más energía tendrá. No hay mayor revitalizante que ver que lo que haces, por mucho esfuerzo que cueste, da sus frutos.

La escuela es una institución vieja y está cansada, pero sigue siendo tan necesaria como el primer día y es, sin duda, un lugar privilegiado para que los niños y los jóvenes de hoy sean las personas que cambiarán el mundo. La escuela no es el problema, la escuela es la solución.

Educar con emoción, aprender con pasión

domingo, 21 de octubre de 2018
"La emoción es la energía que mueve el mundo. Es ese motor que todos llevamos dentro y nos hace reaccionar ante diferentes tipos de estímulos provenientes del medio ambiente o la memoria." Francisco Mora

La emoción es un factor muy importante en la educación porque es la llave que abre la puerta de la curiosidad y la atención.


Una educación basada en el placer por el aprendizaje y la curiosidad es la base para que los alumnos y alumnas puedan aprender de forma autónoma a lo largo de toda su vida. Debemos aprender a aprovechar su impulso natural por aprender para que sirva de motor para la adquisición de los conocimientos, las competencias y las habilidades que les permitirán realizarse plenamente como personas.

Eso está fuera de toda duda.


La contraposición entre contenidos y emociones, que es una cuestión muy discutida en la actualidad, es una falacia. Ambos son igualmente importantes, se complementan y refuerzan. No es por casualidad que el área de nuestro cerebro que gestiona la memoria a largo plazo y las emociones sea la misma. Los contenidos deben trabajarse en profundidad para que se comprendan y sean significativos. Solo así pueden emocionar a los alumnos y alumnas. Por eso, hay que adelgazar los currículos y hacerlos más razonables.


Eso está fuera de toda duda.

Pero conseguir esto no es una tarea sencilla. Si nos guiamos por lo que vemos cada día en las redes sociales, en mi caso especialmente Twitter, en muchas ocasiones se confunde educar con emoción con un bienintencionado pero ineficaz catálogo de frases tipo Mr. Wonderful. Con el agravante de que estas frases provocan su reacción contraria tipo Mr. Puterful...


Tenemos que dejar de lado las frases grandilocuentes y el postureo para afrontar la educación desde la evidencia. Creo que es necesaria mucha más pedagogía y mucha menos pantomima. Hay que empezar a analizar y evaluar resultados que se obtienen utilizando distintas metodologías para descubrir qué es lo que funciona y produce una mejora real en los procesos de enseñanza/aprendizaje. Entonces y solo entonces, cuando tengamos la evidencia de que algo funciona deberíamos aplicarlo de forma generalizada en nuestras escuelas.

Eso está fuera de toda duda... y más que una demanda es una necesidad imperiosa.

"El futuro es ahora" se puede leer en la fotografía que acompaña este post. No puedo estar más de acuerdo. Si no cambiamos nuestra forma de enseñar hoy, lo más probable es que mañana sea tarde. Nuestra escuela ha sufrido durante muchos años un apagón emocional que debemos revertir de inmediato si queremos que las generaciones venideras construyan un mundo mejor.
LEER MÁS...
Con la tecnología de Blogger.
Subir