El saber ya no se aprende, se actualiza

sábado, 28 de abril de 2012
Vivimos en la sociedad del "aquí te pillo, aquí te mato", con el grado de violencia y agresividad que ello conlleva. Vivimos en un mundo en el que el pasado cada vez llega antes: nada permanece demasiado tiempo, nada perdura. La seducción de lo inmediato, el carpe diem, el sólo vale el ahora... mueve todos nuestros actos. El pasado se desprecia y el futuro no existe. Cuando un electrodoméstico se estropea se cambia, cuando un calcetín se rompe no se zurce, se compra otro... Las cosas no se arreglan: se abandonan, se sustituyen, no se les da una segunda oportunidad.

La educación no es una excepción, también vive bajo la tiranía de lo fugaz. Cada vez se da más importancia al ahora y menos a la paciencia y a la perseverancia. Lo que antes requería de un gran esfuerzo íntimo, como hacer un complejo cálculo matemático, hoy se puede conseguir por medio de aparatos electrónicos con un mínimo gasto de esfuerzo y tiempo. 

Se da más importancia al camino a recorrer que al destino final. Como en el arte, ya no se buscan obras que perduren en el tiempo, sino obras frugales, itinerantes, cambiantes. No nos interesa llenar de datos la cabeza de nuestros alumnos, sino que se trata de dotar a estos de las capacidades, de las competencias que les permitan manejarlos. 

La educación ya no se adquiere durante un periodo de tiempo determinado, sino que, para que sea eficaz, debe durar toda la vida. Es por ello que el saber ya no se aprende, se actualiza. El saber, por la cantidad de información que se maneja en el mundo digital, se presenta a veces como una gran marea, a veces como un tsunami. Nuestra labor es la de dotar a los alumnos de "filtros" que les permitan discriminar la información importante de la irrelevante, equiparles de salvavidas que los mantegan a flote en la marea del exceso de información, que les permitan sobrevivir en un mundo cada vez más cambiante.

(Este artículo es consecuencia de las reflexiones personales realizadas durante la lectura del libro de Zygmunt Bauman: Los retos de la educación en la modernidad líquida.)

El futuro de la educación en España

domingo, 22 de abril de 2012

En este corto fragmento de Los Simpsons se da una imagen "clara" del futuro de la educación en España.

Me gustan especialmente los pupitre-litera, muy útiles para ampliar la ratio de alumnos en nuestras aulas. Espero que, a pesar de la crisis, el ministro Wert encuentre alguna partida presupuestaria para la compra de tan útil mobiliario... y si no siempre puede pedir a alguna empresa que los patrocine.

Me imagino las Matemáticas patrocinadas por Toys R Us (si el muñeco de SúperPum vale 15 euros y tú tienes 2, ¿qué tienes que hacer para poderlo comprar?); la Lengua, por Disney (inventa un cuento donde el protagonista sean un ratón orejudo y una princesa pánfila y dormilona); el Conocimiento del Medio, por Campsa (busca, en la Guía Campsa, la distancia entre Córdoba y Burgos y anota los restaurantes en los que podrás detenerte a comer algo)... 

Tampoco pasa desapercibida la actitud de la profesora, leyendo de espaldas a la gran pantalla interactiva que enseña a los alumnos, manteniéndose al margen de lo que sucede en el aula. Espero que el desánimo no llegue hasta ese punto...  Como ya he dicho en otras ocasiones, creo que la educación, por mucha tecnología que se introduzca en el aula, necesita de profesores que le den vida.

Una de las imágenes típicas de esta serie de animación es Bart escribiendo muchas veces una frase en la pizarra (de tiza y borrador, claro). En ocasiones, creo que a muchos de los políticos que dirigen la educación en este país les encantaría volver a esta metodología de enseñanza... ¡a recuperar la lista de los reyes godos!

Puede que el vídeo nos cause risa... pero si seguimos así vamos a convertir a España en el Springfield de Europa y a nuestros alumnos en una copia barata de Bart Simpson. Y posiblemente eso provoque que nuestro país sea el hazmerreír del mundo.
LEER MÁS...

No sin TICs. La educación hoy

jueves, 19 de abril de 2012
Vivimos tiempos difíciles en el mundo de la educación. Hasta hace muy poco eran tiempos de cambio de paradigma, de búsqueda de nuevas formas de enseñar: tiempos de ilusión.

Hoy, casi de repente y con la excusa de la crisis, es tiempo de capear el temporal, de trabajar con menos recursos (materiales y humanos), con un 20% más de alumnos por aula...: tiempos de desilusión.

Una de las consecuencias de los recortes económicos en el ámbito educativo es la desaparición de los programas destinados a la incorporación de las TIC en nuestras escuelas... Y ahora qué, ¿renunciamos a ellas por falta de recursos?
Las TIC no pueden quedar fuera de las aulas. Es cierto que la transformación de las aulas tradicionales en digitales necesita un esfuerzo económico difícilmente asumible en la situación actual, pero no es menos cierto que pueden hacerse muchas cosas que no tienen que ver con el dinero: podemos aprovechar al 100% los recursos digitales de nuestras escuelas (estaría bien desembalar la pizarra digital que está en algún rincón), podemos aprovechar los recursos que tienen nuestros alumnos (son nativos digitales y, muchos de ellos tienen smartphones con conexión a Internet, ordenador personal...).  

Nuestro mundo es digital y no podemos educar a nuestros alumnos siguiendo paradigmas pedagógicos del siglo XIX, es decir, sin ordenadores personales, ni con aulas equipadas con pizarra y tiza cuando podemos hacerlo con pizarras digitales interactivas.

Las TIC tienen un gran potencial pues permiten integrar diversos lenguajes, muy próximos a las nuevas generaciones, lo que les confiere un elemento motivador muy importante.

Hasta hace muy poco tiempo el conocimiento era algo estable, constante. En la actualidad, el conocimiento es cambiante, efímero… nunca antes ha habido tal cantidad de información, ni su acceso ha sido tan inmediato ni ha podido ser tan fácilmente creado y compartido (blogs, wikis, redes sociales: Facebook, Twitter…).

Si los contenidos ya no son abarcables, entonces ¿qué y cómo debemos aprender? Debemos aprender a aprender, dominar las competencias básicas, las destrezas que posibiliten el aprendizaje en cualquier contexto… La adaptación al cambio, la capacidad de síntesis, el dominio del método comparativo son elementos indispensables de la realidad educativa del siglo XXI, y las TIC son un instrumento muy adecuado para este tipo de aprendizaje. 


Debemos formar a nuestros alumnos para que tengan estas capacidades:


- Colaborar y trabajar en equipo en todo tipo de situaciones y entornos.
- Ser autónomos en el aprendizaje, formación continua. Gracias a las TIC, los alumnos tiene más facilidad para seguir aprendiendo fuera del aula.
- Procesar la información de manera eficaz.
- Afrontar situaciones nuevas y darles respuesta, ser creativos y emprendedores.
- Usar y compartir la información con responsabilidad. Crear contenidos propios.

En todo caso, siempre es el profesor quien debe dar vida a la tecnología, sea esta cual sea. La innovación tecnológica por sí misma no implica una innovación metodológica ni un cambio de paradigma en la educación.





  
LEER MÁS...

El profesor como corredor de fondo

domingo, 15 de abril de 2012
Los que, como yo, habéis dedicado parte de vuestro tiempo a correr largas distancias, habéis pasados horas y horas corriendo en soledad, y habéis hecho vuestra la máxima de Haruki Murakami: "el dolor es inevitable, pero el sufrimento es opcional" (De qué hablo cuando hablo de correr, Tusquets Editores), entenderéis mejor que nadie las palabras que vienen a continuación.

Desde siempre he pensado que existe un paralelismo evidente entre los corredores de fondo y los profesores, y que la máxima de Murakami tiene todo el sentido para un docente: cuando parece que todo está en tu contra, que estás en el límite de tus fuerzas, seguir luchando depende de ti.

La famosa soledad del corredor de fondo es muy parecida a la que siente un profesor en su aula o en su escuela. Ves pasar el tiempo y te esfuerzas por conseguir tus objetivos: para el corredor de fondo ir más rápido a mayor distancia; para el profesor motivar y enseñar a sus alumnos, llevarlos a la meta de la mejor forma posible. Pero estás solo, nadie puede hacerlo por ti, por lo que tienes dos opciones: o te rindes o continúas luchando.

Los que se rinden pueden seguir corriendo (o enseñando) pero a ritmo lento, de forma mecánica, sin disfrutar de la sensación de superación, sin alcanzar los objetivos. Los que luchan pueden alcanzar cada vez objetivos más importantes y, además, disfrutar haciéndolo.

A los corredores de fondo y a los profesores nos suelen ensalzar con las mismas palabras: "Que fuerza de voluntad que tienes, lo que haces es muy duro". Es cierto, es duro. Pero hay un secreto: en el caso del corredor se llama entrenamiento; en el caso del profesor, formación.

Si intentas correr un maratón sin estar bien preparado (y hay mucho insensato que lo hace) es lo mismo que si te enfrentas a veinticinco alumnos sin tener los conocimientos y los recursos didácticos necesarios. Estás abocado al fracaso más estrepitoso... y en el caso del corredor de fondo, el perjudicado es uno mismo; pero en el caso del docente, los perjudicados son sus alumnos. ¡Y eso ya es un tema más serio!

Otra de las pruebas atléticas propia de los corredores de fondo son las carreras de obstáculos y, de esas, en estos tiempos de crisis en que vivimos, los profesores corren todos los días. Menos sueldo, menos recursos, más alumnos por aula... ¡habrá que prepararse bien para ganar esta carrera!
LEER MÁS...

El Blog de Salvaroj citado en el Diari Ara

sábado, 14 de abril de 2012
El Blog de Salvaroj ha sido citado por Teresa Terrades en su blog del Diari Ara. Aquí os dejo el enlace del artículo. Espero que os guste.
http://mestres.ara.cat/mobreslaporta/2012/04/14/senzillesa/
LEER MÁS...

Video: Education evolution (GENIAL!!!)

viernes, 13 de abril de 2012
Es un video de 2011, pero yo no lo conocía. Me parece una bonita manera de explicar lo que necesita la escuela para adaptarse al siglo XXI y a la sociedad digital.
LEER MÁS...

Video: Chomsky: el objetivo de la educación

jueves, 12 de abril de 2012
Reflexiones de Chomsky sobre educación...
LEER MÁS...

Educación: prejuicios y paradojas

martes, 10 de abril de 2012
El mundo de la educación está lleno de prejuicios y paradojas. Nos gustan las afirmaciones absolutas y, en la mayoría de las ocasiones, ni tan siquiera dedicamos un tiempo a reflexionar sobre su veracidad:

- El buen maestro lo es por vocación.
Siempre que se habla de los trabajadores de la enseñanza suele hacerse referencia a su vocación, pero casi nunca a su profesionalidad.
La calidad de un maestro o maestra viene dada por su formación, por su capacidad para adaptarse a las nuevas situaciones, por su capacidad para motivar a sus alumnos, por sus resultados a la hora de enseñar a sus alumnos, por su disponibilidad a trabajar en equipo con sus compañeros de claustro...
La vocación, seguramente, es un elemento importante pero no define al buen profesor. Por tanto, un buen profesor es aquel que está en formación permanente (nunca deja de aprender), que se adapta a las nuevas situaciones y que cumple con su principal cometido: sus alumnos aprenden.

- La perversión del uso de las herramientas educativas.
Suele decirse que los profesores que emplean libros de texto son malos y los que emplean otros recursos (ya sean propios o nuevas tecnologías) son buenos. Las herramientas educativas no son buenas ni malas por sí mismas, es su uso lo que es adecuado o inadecuado.
Un libro de texto bien usado puede ser una herramienta educativa de gran calidad y un ordenador conectado a internet puede ser un caos total, y viceversa. Por otro lado, hay profesores que hacen unos magníficos materiales para sus alumnos y otros que se limitan a fotocopiar libros impresos y/o a copiar lo que encuentran por internet sin ningún tipo de coherencia.
En mi opinión, todas las herramientas educativas tienen un valor añadido. Se trata de usar la herramienta adecuada para cada necesidad.

- Disciplina en el aula.
Un aula donde los alumnos están sentados y en silencio es la situación perfecta para el aprendizaje. Esta afirmación responde a una concepción desfasada de lo que es el proceso de enseñanza/aprendizaje.
Los alumnos pueden moverse por el aula y comentar, dialogar y debatir con sus compañeros, hablar respetando turnos y con el tono de voz adecuado. El trabajo colaborativo es hoy en día un elemento indispensable en la formación de nuestros alumnos.
Las aulas deben ser flexibles, la disposición de las mesas y de los propios alumnos debe estar en función del trabajo a realizar.
Pero claro para que un profesor pueda trabajar así deben darse las condiciones adecuadas; si con los recortes educativos la ratio de estudiantes por aula aumenta de manera considerable muchos maestros volverán a la clase magistral. 

- Los alumnos cada vez son más tontos.
Los niños y las niñas no son menos capaces que los de generaciones precedentes. Pero no podemos intentar enseñar a alumnos del siglo XXI con la metodología del siglo XIX; no debemos ignorar que la realidad de nuestros alumnos es digital, que en el mundo que les rodea la realidad virtual y las imágenes en movimiento e interactivas son una constante. Por ello debemos aplicar una didáctica adecuada a nuestros alumnos, que probablemente no sea la didáctica que nos enseñaron en la facultad.

Estos son algunos de los prejuicios y de las paradojas que, en mi opinión, están presentes en el mundo de la educación. ¿Qué otros se te ocurren?


LEER MÁS...
Con la tecnología de Blogger.
Subir