"Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos." Séneca
Dicen que la escuela como garante de transmisión de conocimientos ha fracasado, que no es capaz de cumplir satisfactoriamente esta función. Por este motivo, hace tiempo que le pedimos que enseñe competencias y no datos, que forme alumnos capaces de hacer cosas y no alumnos que solo sean capaces de recordarlas y recitarlas de carrerilla.
En nuestros días, el alumno inteligente no es el que contiene en su memoria miles de datos (muy útiles para ganar en el Trivial o para participar en concursos de televisión) sino el que es capaz de tomar decisiones nuevas para nuevas situaciones, porque los objetivos a alcanzar son siempre cambiantes.
Es inaceptable, pues, que todavía haya docentes que eduquen a sus alumnos pidiéndole un acto de fe. Les aseguran que lo que aprenden en la escuela les servirá para la vida... pero lo hacen con actividades y explicaciones "absurdas", con teorías científicas que no tienen ninguna utilidad práctica para lo cotidiano. Y lo peor de todo es eso queda justificado y amparado por los currículos educativos vigentes.
Por todo ello reivindico que lo inútil debe estar presente en la escuela. Cuando hablo de lo inútil me refiero a la música, a las artes plásticas, a la literatura, a la ética, a la filosofía, a la ciudadanía..., es decir, a todo aquello que nos hace críticos y enriquece nuestro espíritu; a todo aquello que va más allá de lo mercantil y lo económico. Lo inútil dignifica nuestra profesión más allá de los sistemas escolares y las leyes educativas.
En este contexto, ¿qué puede hacer un docente en su aula, en su escuela? Puede, y debe, hacer mucho (nunca lo pongáis en duda): puede estar abierto a la innovación constante, puede emocionar a sus alumnos, sorprenderles, puede plantearles retos constantes, mantenerlos siempre despiertos, siempre motivados, participativos.
Lo inútil es lo que hace a la educación un arma capaz de transformar a las personas y a la sociedad.
Querer y no poder.
Hace 4 días
Recomiendo la lectura de La utilidad de lo inútil (Manifiesto), de Nuccio Ordine, libro que seguro que ha leído el autor de este blog, o ha oído hablar de él.
ResponderEliminarPara cualquier educador, más que una recomendación es una obligación. Gracias!!!!
EliminarUn aplauso. Y buscaré ese libro, que no conocía, pero quizás intuí en algún momento.
ResponderEliminarUna persona que plasma en sus pinturas lo que tú plasmas... es capaz de intuir casi cualquier cosa. Un abrazo
Eliminarme parece muy importante el elogio de lo inútil como una aportación de suma importancia y responsabilidad en el acto educativo., como bien lo dice el autor de la entrada la educación actualmente sólo se basa en las competencias en quien es mejor que otro, mientras que lo importante es que los alumnos realmente aprendan y esto sólo se puede hacer por medio de la práctica (o como lo menciona el autor, desde lo "inútil").
ResponderEliminarMe es interesante la perspectiva desde la que parte el autor, pues es correcta la aseveración que realiza con respecto a las discrepancias que hay en el sistema educativo, me parece que la escuela es una formadora y justo por esta razón los conocimientos deben ser significativos, de tal forma que el alumno pueda emplearlos en su vida diaria.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBuenos días, soy alumna de la Universidad de Murcia en el grado de Pedagogía, y en primer lugar me gustaría agradecerle al autor por escribir artículos tan interesantes.
ResponderEliminarEn la línea del artículo me gustaría remarcar que es cierto que el docente ya no es el poseedor de los conocimientos y tampoco es cierto que los alumnos sean hojas en blanco a escribir. Esta realidad ya ha cambiado, ahora en cambio el profesor tiene el deber de guiar a sus alumnos en el camino del aprendizaje, no obligándoles a memorizar cientos de datos y de contenidos, sino enseñándoles a aprender a aprender. Me gustaría resaltar la importancia que tiene el concepto de aprender a aprender a lo largo de nuestras vidas, ya que los conocimientos que adquirimos en la educación reglada ya no nos son útiles para el resto de nuestra vida y es de vital importancia que nos renovemos, mediante la reflexión y la crítica de los nuevos conocimientos que ingeriremos en nuestra vida.
En el siguiente vídeo explica muy bien este concepto: https://www.youtube.com/watch?v=kpLghRZdZfQ
Me patece importantisima la informacion.
ResponderEliminarDesde el extraradio y queriendo a mi vocacion mas que nunca.
Desde luego el modelo de clase magistral debe cambiar y el primer lugar en el que debe ocurrir es en las universidades, de las que saldrán los futuros docentes. Ya no tiene sentido el profesor que habla y habla sobre una materia a unos alumnos que únicamente escuchan porque esos alumnos tienen la información sobre ese tema en la red, accesible en cualquier momento. El profesor debe ser el más capacitado para enseñar a los alumnos qué información deben atender y cuál es irrelevante....igual que ocurrirá después en sus vidas….aprender a quedarse con lo verdaderamente importante..
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Salvador.
ResponderEliminarYo soy opositor y en mi defensa apostaré por la innovación y la creativad, por ofrecer nuevas metodologías que intenten dar soluciones a los problemas que suelen encontrar los alumnos. Estoy convencido de ello y tengo muchas ganas de defenderlo, pero también debo decir que a veces siento algo de "miedo" a que los compañeros que tenga en frente y tengan que juzgarme me tachen de "soñador", que crean que mi propuesta es " inutil". Aún así ariesgaré y defenderé mi proyecto porque creo en él, y por tampoco podría hacerlo de otra forma.
Un saludo
Lo útil y lo inútil muchas veces es difícil saberlo. De todos modos, tengamos en cuenta que es mejor lo inútil que lo útil para lo malo. Luis M. Pousa
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