"El progreso se ha convertido en algo así como un persistente juego de las sillas en el que un segundo de distracción puede comportar una derrota irreversible y una exclusión inapelable." Zygmunt BAUMAN: Tiempos líquidos. Barcelona, Tusquets Editores, 2013 (página 21)
Ya he comentado en otras ocasiones que la escuela tradicional estaba pensada para un mundo previsible (permanente). En cambio, la escuela de nuestros tiempos, esa que todavía está por construir, debe dar respuesta a un mundo mutable (movimiento continuo). Por eso, los hombres y mujeres de nuestra sociedad no pueden detenerse nunca, no pueden dejar de aprender y formarse, porque si lo hacen corren el riesgo de "perder su silla" y quedar fuera de juego en la sociedad, tanto laboralmente como personalmente.
José Antonio Marina cree que el conocimiento está al servicio de la acción. En su libro La inteligencia ejecutiva dice que la "Inteligencia es la capacidad de dirigir bien el comportamiento, eligiendo metas, aprovechando la información y regulando las emociones." La escuela del aprendizaje memorístico de contenidos, del silencio y la obediencia, debe dejar paso a una escuela de la acción donde se enseñe a los alumnos a tomar decisiones, a dar respuestas creativas, a tolerar la frustración que supone el fracaso (el error), a adaptarse a nuevas situaciones...
Cuestionar... este es uno de los verbos clave de la educación escolar del siglo XXI. Ya no vale la aceptación ciega del conocimiento que transmiten los docentes en las aulas, ahora se trata de ponerlo en tela de juicio, de verificarlo, de reconocer su provisionalidad. El alumno debe ser creador de conocimiento, debe plantearse preguntas más que dar respuestas.
Para ello, debemos hacer alumnos más competentes... debemos sustituir la competencia por la solidaridad. Compartir... este es otro de los verbos esenciales de la educación en nuestras escuelas. La colaboración es clave en las relaciones que se establecen entre las personas que viven en esta sociedad voluble.
Las personas ya no necesitamos ser depositarias de datos y cifras. Todo eso puede guardarse en una memoria externa a nuestra mente. Eso libera a nuestro cerebro para potenciar otro tipo de capacidades. Crear... y no reproducir es el tercer verbo fundamental para la educación de las personas de nuestra sociedad.
Cuestionar, compartir, crear son las "tres C" que dan forma y sentido a la educación escolar del siglo XXI, son el fundamento para crear una nueva escuela.
DE "DOCENTE TORRE DE CONTROL" A "DOCENTE AVIÓN"
Hace 7 horas
Combatir los Cambios Cuestionando, Compartiendo y Creando... Buena reCeta, Salva! Compro! ;-)
ResponderEliminarPero para ello necesitas otra "C" Salvador.....la de Creer. Creer en lo que uno hace, a pesar de las dificultades que podamos encontrar, ahí está el cambio de mentalidad, abandonando la zona de confort. Un abrazo grande.
ResponderEliminarMuchas gracias por esta reflexión. Compartimos plenamente la necesidad de poner el foco en la necesidad de cuestionar, la importancia del compartir y el deber de enseñar a crear.
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