La pregunta que da título al post es una cuestión más importante de lo que puede parecer a simple vista. El motivo es claro: el color con el que tú ves la educación es el color con el que tus alumnos (si eres profesor) o tus hijos (si eres padre) ven el mundo. En la cita de Kandinsky podríamos cambiar artista por educador.
Como suele pasar con casi todos los aspectos de la vida, en educación ni todo es de color negro (pesimismo absoluto) ni todo es de color rosa (optimismo inocente). En realidad, nadie debería tener una visión monocromática de la educación. Esta debería verse con colores distintos dependiendo del momento, del contexto y de las circunstancias.
En este sentido, sería interesante crear un “Pantone pedagógico” que nos permita tener una muestra de cada uno de los recursos didácticos de los que disponemos para ver cuál es el más adecuado para cada ocasión.
Todos sabemos que existen tres colores básicos (rojo, amarillo y azul) a partir de los cuales se pueden formar otros muchos colores, dependiendo de la manera e intensidad como se combinen. Si consideramos que los colores básicos de la educación son los cuatro pilares que enunciaba Delors en su informe para UNESCO (aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir, aprender a ser), según cómo los combinemos obtendremos un tipo de educación u otro. Esta puede ir desde la más memorística y mecánica hasta la más competencial, creativa y crítica, pasando por un sinfín de matices.
Los diseñadores gráficos saben que hay colores que combinan muy bien y otros que nunca hay que juntarlos. Los educadores también deberíamos saberlo.
Son muchos los métodos didácticos relacionados con los colores que se aplican en nuestras aulas. Seguro que todos conocéis, y muchos aplicáis, el método de los seis sombreros para pensar de Edward de Bono. Es un método suficientemente conocido como para que no sea necesaria una explicación detallada, pero me gustaría recordar el significado y función de cada uno de los sombreros:
• Azul: controla al resto de sombreros; marca los tiempos y el orden de los mismos.
• Blanco: para pensar de manera objetiva y neutral.
• Rojo: para expresar nuestros sentimientos.
• Negro: para ser críticos y pensar por qué algo no podría salir bien.
• Amarillo: para buscar los aspectos positivos sobre un determinado aspecto.
• Verde: para incitar las posibilidades creativas. Está relacionado con el pensamiento divergente.
«Los 6 Sombreros para el Pensamiento» de TheWhiteHat |
El
método de los seis sombreros es muy valioso, pero hay otros muchos.
Os invito a que, a través de los comentarios del blog, compartáis
los recursos didácticos relacionados con los colores que utilizáis
para que todos podamos aprender de ellos.
Quiero pensar que en educación hay muchos matices de colores y que en cada situación el maestro saca su paleta y sabe elegir qué color utilizar en cada momento. Es importante utilizarlos todos y, en caso de no escoger el adecuado, podemos ponernos el sombrero negro y hacer una reflexión crítica.
ResponderEliminarPor cierto, mi color favorito es el amarillo.
Saber elegir el color adecuado en cada situación es fundamental para cualquier educador.
EliminarMi color favorito es el verde.
Los educadores no podemos ser camaleónicos y, en función de las circunstancias, volvernos o convertirnos de un color u otro (esto me suena a una visión egoísta o cómoda de cómo entender la educación). Esta, creo, es la visión contraria de la que ofrece genialmente Salva.
ResponderEliminarTampoco podemos ser daltónicos, porque en numerosas ocasiones, nos sentimos muy a gusto y cómodos viviendo con una imagen distorsionada de la realidad educativa, sin descubrir su auténtica realidad "cromática".
De igual manera, los que solemos usar las "mezclas" somos conscientes de que éstas no siempre brillan según qué contexto y en qué circunstancia.
Personalmente, me quedo con el verde. No entiendo la educación sin la posibilidad de cambiar, de recrearme diariamente, de ver aquella "posibilidad u oportunidad" que el otro no ve o que no puede ver. Las personas, el contexto, las circunstancias, los "escenarios"... nos obligan a tomar decisiones sobre qué color es el necesario o idóneo, pero tenemos que convencernos de que, en muchas ocasiones, no podemos ni debemos tener "colores preferidos", sino colores que den el matiz necesario al momento educativo que se re-crea. Como decía aquel anuncio: "PIENSA EN VERDE"... pero no olvides que, posiblemente, mañana necesitarás el rojo del sentimiento o el amarillo del optimismo. Gracias Salva por abrirnos los ojos a un mundo educativo pintado de "muchos" calores, que tenemos que descubrir, pero a la vez enriquecer con nuestras propia paleta de colores (competencias). Un abrazo.
La educación es multicolor y personas como tú la pintan de nuevo cada día. Gracias Agustín
EliminarPreferiría usarotra referencia cromática, ya que Pantone es propietario y la Educación debería tomar los valores de la cultura libre (del software libre) perdón si me fui por las ramas! Saludos desde Paraguay
ResponderEliminarPuede que tengas razón (no caí en ese detalle) :-((
EliminarPero no se me ocurre otra palabra que tenga ese significado. Gracias por tu aporte.
podría ser "paleta (de colores)"??
ResponderEliminarme ha gustado tu blog!!! lo acabo de descubrir...
creo que me gustaría un sombrero con manchas de 4 colores: verde, amarillo, rojo y blanco y salpicado con pequeños puntos de negro y azul....
un saludo
Buenas,
ResponderEliminarYo también opto por un sombrero que incluya todos los colores. Mirando uno por uno, pienso que es injusto que el negro lleve "negativo" asociado a "objetivo". Objetivamente también hay cosas muy positivas!
Buena invitación a la reflexión, gracias.
Laia