"El progreso se ha convertido en algo así como un persistente juego de las sillas en el que un segundo de distracción puede comportar una derrota inapelable. En lugar de grandes expectativas y dulces, el 'progreso' evoca un insomnio lleno de pesadillas en las que uno sueña que 'se queda rezagado', pierde el tren o se cae por la ventanilla de un vehículo que va a toda velocidad y que no deja de acelerar." Zygmunt Bauman
Es evidente que la escuela no fue pensada ni creada para dar respuesta a las necesidades de la sociedad actual. La sociedad ha cambiado, y sigue cambiando cada vez más deprisa, pero la escuela permanece anclada en sus estructuras decimonónicas... al menos hasta ahora, porque parece que ¡la revolución ha empezado!
Si observamos un teléfono de hace veinte años y un teléfono actual nos daremos cuenta que solo se parecen en el nombre, pues no tienen nada que ver ni en sus funciones ni en su aspecto. En cambio, si observamos un aula de hace veinte años y un actual... apenas si podremos observar diferencias. Pero en los últimos tiempos algo ha cambiado... ¡la revolución ha comenzado!
Los cambios en nuestras escuelas empiezan a hacerse visibles, a ocupar las primeras páginas de los periódicos e incluso de los noticiarios de la televisión. Es un cambio provocado desde la base, desde los centros, desde los docentes y equipos directivos disruptivos e innovadores. Es un cambio que va se está imponiendo incluso frente a las reformas y a las leyes educativas que se están imponiendo bajo la tiranía de las prueba PISA.
Es un cambio valiente y necesario, pero no podemos perder de vista que es un cambio promovido por una minoría pues a la inmensa mayoría esta revolución le provoca "más pesadillas que sueños". Dice Ismael Palacín (@ismaelpalacin) en un artículo publicado en El Periódico: "¿Ahora se trata de sacralizar la innovación educativa? No hace falta,
pero tenemos muchas evidencias de que los currículos más largos y
rutinarios no implican más aprendizaje y que incrementar el número de exámenes y deberes o las horas de clase magistral tampoco. A medida que entramos en la sociedad del conocimiento vivimos una revolución educativa global: más
alumnos deberán aprender competencias más complejas durante más años y
convertirse en aprendices autónomos de un mundo poco previsible. (...) No será cómodo pero sí apasionante. Ya no valen las excusas: tenemos que
aprender a hacer el camino desde la innovación excepcional a la
transformación sistemática."
No hay revolución sin daños colaterales... muchas cosas van a cambiar y quien no quiera quedar excluido ya puede empezar a buscar su encaje dentro del nuevo paradigma educativo donde nos encontramos con un nuevo espacio y un nuevo tiempo que transformará al fin la estructura misma de la escuela. ¡La revolución educativa ha empezado!
¿ERES DOCENTE MOSCA O DOCENTE ABEJA?
Hace 6 días
No creo q la escuela deba servir para preparar mano de obra. En mi.opinión debe servir para q los hombres y las mujeres del futuro aprender a razonar y se interesen x la realidad de las cosas, n el pasado tb para no volver a cometer los mismos errores.
ResponderEliminarMo puedo estar más de acuerdo!
EliminarEn línea con lo que apuntas te dejo el enlace de cómo en la India están ya gestionando una revolución educativa completa que ha cambiado el paradigma pedagógico de la mayoría de sus escuelas:
ResponderEliminarhttp://www.rediff.com/news/2005/jul/28gi.htm
Este artículo de la India es muy antiguo! Yo desde hace 10 años trabajo en varios proyectos educativos del sur de la India, y esta revolución puedo asegurar que no ha llegado ni de coña!! :) Ni cambio pedagógico ni tecnológico!
EliminarQue pena Eduard!
EliminarEstá claro que el papel lo aguanta todo, pero cuando vives en primera persona las cosas te das cuenta de la realidad práctica de las cosas.
Es muy triste que no esté cuajando el programa Edusat, porque supondría un cambio importante para el país. Me parece que a nivel teórico estaba muy bien planteado, pero claro...
Te seguiré en G+ para estar al corriente de lo que va pasando en el terreno.
Gracias!
Ya no sé si te ha llegado mi anterior mensaje. Con lo fácil que parece esto!
ResponderEliminarSigo, por si acaso: Sabes lo complicado que es cambiar la escuela. Freinet lo intentó y mies de maestros y maestras cambiaron sus prácticas. Sin embargo, si están iniciativas no están apoyadas política y socialmente, se diluyen… ¡Cuántas ilusiones y trabajo en el olvido!
¡BIEN!!!!! Logré publicar uno!!!!
ResponderEliminarBuen artículo Salvador! Opino que más que una revolución se está produciendo una transformación. Las revoluciones són muy rápidas, mientras que los cambios que está viviendo la educación son muy lentos.
ResponderEliminarSaludos!
Totalmente de acuerdo con Mercé. Espero que este cambio educativo tenga apoyo político y legal pronto, porque tenemos muchas ganas, y no las vamos a perder. Luchemos por el cambio!!
ResponderEliminarBuenos días:
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con esta entrada, ya que la escuela en este mismo momento sigue siendo como hace varias décadas, no cambia por nada, sigue tratando al conocimiento y a los alumnos de la misma manera, sin formarlos adecuadamente. La escuela es la encargada de formar a los alumnos para ser ciudadanos, a razonar sobre situaciones de la vida cotidiana, a ser críticos, a crear nuestra personalidad, pero sin un cambio en la escuela esto no puede ser posible.
Muchas gracias por tu reflexión. Un saludo. Agustín López García.
Hay que educar para mentalizar sobre la situación de la economía, los recursos y el medio ambiente. Por ejemplo, exponer que hay más alternativas que nos benefician tanto a nosotros como al medio ambiente, como compartir coche, flota de vehículos gestionada, etc.
ResponderEliminar¡Un saludo!