"Así es la escuela. Lo más importante que aprendemos en ella es que las cosas más importantes no se pueden aprender allí." Haruki Murakami: De qué hablo cuando hablo de correr
No es la primera vez que comparo la educación con una carrera de larga distancia (ver post). Estos días, mientras releía De qué hablo cuando hablo de correr de Murakami, he vuelto a reflexionar sobre sus semejanzas y me gustaría compartilo con todos vosotros.
Aunque pueda parecer paradójico, empezaré mostrando mi desacuerdo, al menos en parte, con la afirmación de Murakami con la que he encabezado el post. Es cierto que en demasiadas escuelas, aquellas que no han sabido o podido adaptarse a los nuevos tiempos, no se enseñan a los alumnos "las cosas importantes de la vida".
Pero no es menos cierto que la escuela es un lugar privilegiado para que los estudiantes aprendan esas cosas que van más allá de los conceptos y los datos de una asignatura. Deben aprender matemáticas (¡por supuesto! y con el máximo nivel de exigencia), pero también a identificar y dominar sus emociones; deben aprender ciencias (¡faltaría más! y con el mayor nivel posible), pero también a trabajar colaborativamente; deben aprender geografía (¡sin dudarlo! y con mejor de los criterios), pero también a pensar con espíritu crítico...
El problema es que seguimos entendiendo la educación como un producto y no como un proceso. Al igual que en una carrera de fondo, estamos pendientes de la clasificación y el cronómetro comparándonos con los demás corredores, en lugar de disfrutar de la experiencia y la superación de uno mismo. Murakami afirma: "Porque si hay un contrincante al que deber vencer en una carrera de larga distancia, ese no es otro que el tú de ayer." En nuestras aulas no debe importar si un alumno es mejor o peor que otro, no se trata de una competición, sino que lo que debe importar es si cada alumno es mejor que sí mismo antes de su proceso de aprendizaje, si cada alumno es capaz de conseguir lo mejor de sí.
En una época en la que grandes empresas, como Google, ya no escogen a su personal según su expediente académico sino en función de sus habilidades no cognitivas, la escuela sigue confundiendo las calificaciones con el aprendizaje. La desconexión de la escuela con la realidad social y tecnológica es tan grande que muchos están empezando a dudar de su necesidad. En nuestras manos está la posibilidad de dar la vuelta a esta situación.
Ya es hora de empezar a entender la educación como una gran aventura (como salir a correr por el bosque disfrutando de ello) y no como un mero ejercicio intelectual sin relación con la vida, ya es hora de que en nuestra escuelas se aprendan, también, "las cosas más importantes".
LA BUENA EDUCACIÓN, SIMPLEMENTE, DEBE SER VERDAD
Hace 11 horas
Al leerte esta magnífica entrada, con la estoy totalmente de acuerdo, me has recordado la lucha que tenemos en educación al proyectarnos en etapas superiores sin disfrutar en la que en ese momento estemos. Cuando los niños están en infantil, rápidamente se les enseña a leer y escribir para que lleguen a Primaria con esto adelantado, dejándose por el camino todo el juego que supone la etapa para la maduración del niño o la niña; cuando están en Primaria se les prepara para el instituto porque "allí sí que se van a enterar de lo que vale un peine", sin volver a disfrutar de cómo se puede trabajar en primaria... así podemos llegar hasta las últimas escalas del aprendizaje reglado. Es una pena cuánto perdemos en esos caminos, cuánto de la persona se deja por explorar y formar... en fín, qué te voy a contar que tú no sepas. Un abrazo.
ResponderEliminarCrec que a les grans empreses el coneixement o una part d'ell es dóna sobreentès
ResponderEliminarExcelente. Y todo un desafío!! Como cuesta luchar contra "las notas" que pasan a ser el único objetivo de alumnos y padres!! Y la aprobación de la materia sin importar si se aprendió o no!
ResponderEliminarEn fin. Hay que seguir derribando muros y convenciendo de que lo menos importante es la calificación sino las competencias que los chicos adquieren!
Te sigo leyendo!
Saludos!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarUn lapsus en la redacción. Quise decir que lo más importante no sin las calificaciones sino las competencias adquiridas!
EliminarUn lapsus en la redacción. Quise decir que lo más importante no son las calificaciones sino las competencias adquiridas!
EliminarLa formación más importante es aquella que te prepara para la vida... A veces lo olvidamos.
ResponderEliminarComo siempre, muy buena reflexión.
Buena reflexión, como siempre, Salvador. Yo creo que hablar de cambios en la escuela va unido a hablar de cambios en el el pensamiento del profesor, de los padres y también de los políticos. La escuela no es un elemento aislado. Si estamos en una sociedad de mediocres, es difícil tener una escuela diferente. Si nos preguntamos qué escuela queremos, qué educación deseamos dar al alumnado, cómo queremos que sea la sociedad del mañana, hemos de empezar ahora y entre todos. Cada uno con trocito de responsabilidad. Quizás esté un poco pesimista porque pienso que en este momento, hay pocas escuelas que transmiten cosas interesantes para la vida: ilusión, alegría, ganas de aprender, crear...
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