Si los niños pudieran jugar más...

domingo, 17 de abril de 2016

Carl Honoré, en su libro de recomendable lectura Bajo presión, transcribe la siguiente cita de Nigel Cumberland, experto en coaching ejecutivo y formación del liderazgo:

"Si los pequeños pudieran jugar más, habría mejores ingenieros, mejores directivos y más inspiración en el lugar de trabajo. Si se le niega a un bebé o a un niño de entre uno y dos años la oportunidad de jugar, y después se le lleva al jardín de infancia, donde compite y se le juzga en todo momento, nace el miedo, y esto crea una falta de disposición a asumir riesgos. El resultado, adultos aburridos."


En edades tempranas, el juego nunca es una pérdida de tiempo, ni un simple entretenimiento. El juego, además de facilitar el desarrollo de las capacidades motoras, es un acto fundamental para la formación de habilidades y destrezas, para la adquisición de valores, para el desarrollo de la inteligencia racional y la inteligencia emocional. Con el juego, los niños y las niñas experimentan, comparten, pierden, ganan, aprenden a anticiparse, a concentrarse, a ser imaginativos, a ser creativos, a ser curiosos. Todos estos aprendizajes son esenciales para el futuro desarrollo de la personalidad y para una adecuada adquisición del aprendizaje.

Aprender no siempre es fácil ni cómodo, enseñar tampoco. Pero, a veces, tengo la sensación de que no empeñamos en hacerlo aún más difícil y más incómodo. En los primeros años de escolarización permitimos que el juego forme parte del proceso de aprendizaje de los alumnos, pero conforme pasan los años desterramos el juego como recurso educativo. Lo mismo sucede en el ámbito familiar, conforme pasan los años dejamos cada vez menos tiempo para el juego llenando la agenda de los niños y las niñas de actividades extraescolares formativa, que son una extensión de las actividades académicas y buscan alcanzar el mejor expediente posible, no el disfrute ni el gozo.

No me cansaré de repetir que todo aprendizaje requiere de un esfuerzo, pero que no debemos confundir constancia y perseverancia con sacrificio y sufrimiento. Aplicar a la educación los principios de la gamificación puede ayudar a conseguir la motivación necesaria para ayudar a que los alumnos se motiven y disfruten mientras se esfuerzan aprendiendo (y los docentes enseñando).

Hay un concepto psicológico que nos puede ayudar a entender esto: el flujo. Es el estado mental en el que una persona está completamente inmersa en la realización de una tarea con total implicación, absoluta concentración para alcanzar su consecución con éxito. En esas situaciones la actividad por sí misma es gratificante, el tiempo parece ir más deprisa y la motivación se retroalimenta al ir aprendiendo de los errores para alcanzar el objetivo deseado.

Si consiguiéramos que las actividades que planteamos en la escuela llevan a los alumnos a ese estado de flujo, acabaríamos de una vez con la maldita expresión "codos y más codos para aprender". Si los niños jugaran más, aprenderían más y mejor.

13 comentarios:

  1. ¡Una entrada muy necesaria! Gracias Salva.
    Jugando, se ponen en funcionamiento todas las habilidades necesarias para la vida "de verdad", la que te encuentras más allá de los libros de texto. Además de las que enumeras, hay dos fundamentales: el respeto a las reglas y la toma de decisiones.
    Un viernes les puse de deberes a mis alumnos/as jugar a un juego de mesa (incluyendo cartas, dominó) con sus padres. Me miraron extrañados pero agradecidos. ¡El juego en familia es tan importante! Y se aprende tanto...
    Parece que a partir de primero de primaria las opciones para el tiempo de los niños al salir de clase son extra escolares/ deberes/ tele. Y no, estoy muy de acuerdo contigo, necesitan jugar más.

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  2. Estoy muy de acuerdo contigo,el juego no sólo hace que se diviertan sino que aprendan y esto favorece su desarrollo integral. Pienso que con el juego son todo ventajas, ya que hace que los niños sean más creativos y mejoran la sociabilidad y autoestima. No estoy para nada de acuerdo con esos profesores que sólo se limitan a mandar deberes aburridos y monótonos ya que hacen que sus alumnos se desmotiven y no desarrollen plenamente todas sus facultades, asíque... ¡A JUGAR!

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  3. Estoy muy de acuerdo con esta reflexión, ya que el juego infantil es una actividad mental y física esencial que favorece el desarrollo del niño de forma integral y armoniosa. Mediante los juegos, los niños consiguen entrar en contacto con el mundo y tener una serie de experiencias de forma agradable. Jugar es investigar, crear, conocer, divertirse, descubrir, esto es, la expresión de todas las inquietudes, ilusiones, fantasías, que un niño necesita desarrollar para convertirse en adulto.

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  4. Me encanta esta entrada y estoy totalmente de acuerdo con la reflexión.
    Jugar es una forma excelente de aprender y adquirir muchos valores que van forjando la personalidad de los niños y niñas. Jugando se aumentan las capacidades (progreso cognitivo), emociones, aumenta la motivación, el autonomía, la competencia y las relaciones con los demás, con el juego se gana pero también de pierde y da la oportunidad de aprender de esos errores para seguir ganando, el juego les pone en situación y sobre todo, les construye como personas.
    Este mensaje que das debería de leerlo mucha gente, que por miedo o ignorancia no solo no utiliza el juego, sino no dejan que los niños jueguen convirtiéndolos en niños aburridos que siguen las normas de un mondo de adultos. Los niños tienen que jugar, correr, experimentar, mancharse, caerse, levantarse…
    Desde mi más humilde punto de vista creo que sería totalmente posible una enseñanza basada en actividades lúdicas, juegos, actividades experimentales, que permitiera que los niños y niñas, tanto con dificultades en el aprendizaje como sin ellas, pudieran aprender divirtiéndose y que este aprendizaje no sólo se limitara a la adquisición de unos objetivos sino a generar el deseo de seguir aprendiendo

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  5. Una reflexión que me parece realmente interesante.
    Como aquí se dice “no debemos confundir constancia y perseverancia con sacrificio y sufrimiento”. Desde el punto de vista del alumno, considero que si los docentes fuesen capaces de motivarnos realmente nuestra enseñanza seria más efectiva.
    La pedagogía siempre rechazó el juego, puesto que se consideraba que no aportaba ningún tipo de enseñanza formativa, pero en la actualidad esta idea esta cambiando, y se empieza a pensar que quizás el juego sea una posibilidad dentro de la educación. Pero esto es una meta difícil de alcanzar puesto que la gran mayoría de los docentes están inmersos en la idea de que la educación es solo conocimiento que solo podemos aprender estudiando, y este método no es el más adecuado para formarnos en el ámbito personal, ni en la integración social, que son factores realmente importantes para la realización de una persona, algo importante dentro de la educación.

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  6. Exactamente. Muy de acuerdo contigo. No todo tiene que ser los: "codos y más codos"; aunque, también, son necesarios en cierta medida para crear un hábito y "culturizar" al menos en alguna temática.
    No sólo facilitaría el crecimiento de la autoestima y su autovaloración personal en el niño/a, sino que también ayudaría a la socialización del individuo/a, ya que el ser humano es un ser sociable por naturaleza. Por eso, la sociabilidad del individuo, se vería reforzada por el juego y, a su vez, contribuiría al desarrollo y a la construcción de su personalidad.
    Es hora de replantearse el tema de: ¿Muchos deberes o pocos deberes para casa?

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  7. El juego, como bien comenta el autor de esta entrada, es una parte importantísima en el desarrollo de una persona, ya no sólo de los niños. Estos es porque jugando aprendemos de los demás, nos ayuda a socializar, como cuando somos pequeños, que vamos al parque y encontramos nuevos amigos con los que jugar al “pilla pilla”. Además, mediante el juego quedamos inmersos en una metodología para la cual hemos de estar concretados, aprender unas reglas, saber cuál es nuestro papel en cada momento.
    Los niños han de jugar más al aire libre, con otros niños, y ver menos televisión, dejar la Tablet y el ordenador a un lado, porque es el juego con los demás lo que realmente puede llegar a hacernos felices.

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  8. Esta entrada es completamente real con la situación que se plantea actualmente en nuestras vidas. Parece que hoy en día a algunos padres se les olvida que los niños, niños son, y necesitan jugar para tener una motivación a lo largo de su infancia, si desde pequeños los obligas a estudiar y no relacionarse con otros niños, de mayor será un adulto aburrido, como cita la entrada, con un currículum intachable, pero aburrido. El juego es completamente necesario para el desarrollo de un niño, es algo que tendría que ser obligatorio, porque ya no es el juego en sí, si no lo que pueden ser capaces de aprender a través del juego. Los padres cada vez se olvidan más de que el juego es algo muy educativo para sus hijos y cometen el error de creer que serán más educativas, unas clases extraescolares. Me quedo sin duda alguna con la última reflexión: “Si los niños jugaran más aprenderían más y mejor”.

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  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  10. Cómo dice Donald Woods: ” Es en el juego y sólo en el juego que el niño o el adulto como individuos son capaces de ser creativos y de usar el total de su personalidad, y sólo al ser creativo el individuo se descubre a sí mismo”.
    Los niños basan su aprendizaje en juegos, siendo el juego una de la parte más importante de su vida, con ellos se lo pasan muy bien y aprenden con ellos y con sus compañeros. Ellos no son conscientes de lo importantes que son en el ámbito educativo sólo saben que les gusta jugar y se lo pasan bien.
    Puede que ellos no sean conscientes de la importancia que realmente tienen estos en su educación, ellos saben que les gusta jugar y que se lo pasan bien mientras lo hacen. Por ello: ¡Juega, diviértete y disfruta!
    María Vázquez Vivancos.

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  11. Estoy muy de acuerdo con esta entrada, el juego no sólo hace que los niños se diviertan sino que aprendan y que su desarrollo integral se muestre favorecido. El juego hace que los niños sean más creativos, más sociables... No estoy para nada de acuerdo en que los profesores se limiten a mandar deberes aburridos y monótonos olvidando así la diversión de los niños, ya que esto hace que los alumnos se desmotiven.

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  12. Mi opinión coincide con esta entrada, el juego no sólo hace que los niños se diviertan sino que aprendan y que su desarrollo integro se vea favorecido. El juego es completamente necesario para el desarrollo de un niño ya que a través de él se produce una gran estimulación. Estoy en contra de que los profesores se limiten a mandar cantidad de deberes que den lugar a que el alumno se desmotive y no teniendo en cuenta que también necesitan su tiempo de ocio al cabo del día. Sin embargo no toda la culpa la tienen los docentes, sino que, hoy en día algunos padres obligan a estudiar demasiado a sus hijos y no dejan que puedan relacionarse con otros niños, exigiéndoles así demasiado.

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  13. ¡Muy buen post, Salva!
    No se puede concebir la idea de un niño sin apegarse al verbo jugar. El sistema educativo normalmente reduce los tiempos de juegos para los descansos, entretiempos y el recreo. Esto no debería ser así, deberían desarrollar sus conocimientos en las aulas con juegos interactivos y estimulantes. Para ello, deben disponer del material especial para la zona de juegos de los niños en cada aula del centro. Seguro que aumentaban su educación y su felicidad y motivación.
    ¡Un saludo!

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