"El evaluador es un educador; su éxito debe ser juzgado por lo que otros aprenden." Lee J. Cronbach
Hace unos días, al intentar entrar en una página web para preparar este post, recibía continuamente el siguiente mensaje: ERROR 404. NOT FOUND. Un error en el sistema me impedía consultar la página y en su lugar aparecía siempre el exasperante mensaje.
Pero, como no hay mal que por bien no venga, en ese momento me di cuenta de que la educación actual también tiene su ERROR 404: el aprendizaje fingido.
El aprendizaje fingido es aquel en el que se memoriza contenido sin entender su significado, sin que sea significativo, con el objetivo de servir como respuesta a una prueba, a un examen, a una actividad... y que es desechado de nuestra memoria inmediatamente después de haber cumplido con su objetivo de uso. Como consecuencia, el alumno puede obtener una buena calificación que dé lustro a su expediente académico, pero en realidad es un espejismo, una falsa ilusión, que puede tener consecuencias negativas en su futuro académico y laboral.
Este tipo de aprendizaje está muy extendido en nuestras escuelas y es consecuencia directa del tipo de evaluación con la que valoramos los aprendizajes adquiridos por los alumnos.
Ahora que en España está a punto de finalizar el curso escolar, me gustaría proponer otra manera de evaluar sus resultados. La evaluación que se plantea a nuestros alumnos debe ser clara, oportuna, válida y suficientemente amplia como para tener en cuenta muchas más variables que las respuestas de un examen. Para colmo en muchas ocasiones esta prueba es de opción múltiple para facilitar su evaluación.
Para evaluar si nuestros alumnos han adquirido durante el curso los objetivos perseguidos no debería utilizarse exclusivamente el bolígrafo rojo. La evaluación más que una prueba o un examen que contabilice aciertos y errores, debería ser un diálogo; más que comprobar si son capaces de reproducir respuestas, debemos valorar si pueden plantearlas de manera que demuestren que han entendido significativamente lo que han estudiado. Conocer el grado de adquisición de los contenidos y competencias de las distintas asignaturas es un elemento muy importante de la evaluación, pero no el único. Es igualmente importante comprobar si los alumnos han adquirido mayor destreza en el desarrollo de sus habilidades no cognitivas (perseverancia, curiosidad, optimismo, autocontrol...), ya que estas son fundamentales para desenvolverse adecuadamente en distintos ámbitos de la vida.
Otro aspecto que creo imprescindible conocer en la evaluación del curso que acaba es el grado de satisfacción de los alumnos: si se han cumplido sus expectativas, qué creen que podría mejorarse, qué les ha gustado más... Este me parece un indicador muy importante para saber cuál ha sido el grado de relevancia de los contenidos, competencias, habilidades y destrezas que los alumnos han adquirido.
Además de saber si el curso les ha hecho más sabios y más competentes, es importante saber si también les ha hecho mejores personas. Si queremos cambiar nuestra forma de educar, debemos cambiar nuestra forma de evaluar.
Querer y no poder.
Hace 4 días
Muy de acuerdo Salvador, poner notas no deja de ser un mero trámite burocrático que nos hace falsear la realidad evolutiva de nuestros alumnos, hay que construir una nueva educación cimentándola en una nueva manera de evaluar.
ResponderEliminarSalvador, no quisiera que mi crítica sonara meramente destructiva pero es que sólo se me ocurren dos reflexiones:
ResponderEliminar1. Lo que tiene tu post de REAL, que es mucho, es de una obviedad tal que el docente más novato lo sabe, siquiera por su experiencia como alumno.
2. Lo que tiene tu post de REALISTA es muy poco. Cualquiera que haya experimentado, en propia carne o en cabeza ajena, la presión de la Inspección cuando una familia reclama una nota, o la presión de evaluaciones externas, sabe que se nos exige una evaluación muy medible y rigurosamente pareja y equivalente a estándares prefijados y programados. De lo contrario, tumban tu evaluación sin importar que evalúes aprendizajes significativos o trucos para superar un examen.
Totalmente de acuerdo, y cuando evaluas así te sirve también a ti como docente para plantearte nuevos retos, para mejorar tus programaciones,... de los comentarios de los alumnos se aprende más que de las leyes que nos rigen.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHay un profesor de Física de Harvard, Eric Mazur, que tiene una conferencia con un título muy sugestivo: "La evaluación, el silencioso asesino del aprendizaje" y remata con una propuesta de evaluación que he intentado empezar a llevar a cabo y que tiene resultados bastante inesperados. Me gustó mucho la entrada. Comparto este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=8sh6wsUFQT0
ResponderEliminarMuy de acuerdo con tu post. Hay malos resultados porque hay mala evaluación. De ahi la necesidad de la innovación educativa. Nuestros alumnos NO son malos, son víctimas de una evaluación obsoleta.
ResponderEliminarEn segundo de bachillerato los profesores convertimos las clases en academias de preparación de PAU. No lo soporto...pero mis alumnos necesitan obtener en esta prueba buen resultado. Este absurdo sistema les exige una nota de corte...
Hay muchas cosas que cambiar. Á nimo!!!
Comparto tu post. Pero la realidad de la escuela o por lo menos la escuela que yo conozco es deprimente respecto a la evaluación. Nos falta formación para el cambio , actitud de complicidad con nuestro alumnado , registro sistemático de progreso o no y "sentido común " para evaluar al que trabaja día adía a nuestro lado.
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo contigo, pero para poder evaluar de forma diferente hay que enseñar de forma diferente. Hay que enseñar que se puede aprender de forma diferente y hay que dar pautas de cómo hacerlo, guiar.
ResponderEliminarAsí es. Aunque siempre se echa de menos un "pinchad aquí para que veais cómo lo hago yo"
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