La educación del mañana: ¿Ya nada será lo mismo?

jueves, 18 de octubre de 2012
La actual crisis educativa (si es que en alguna ocasión la educación no ha estado en crisis) me recuerda, en parte, a la crisis del petróleo:

Sabemos que las reservas petrolíferas son finitas, que se agotarán en un espacio de tiempo relativamente corto, pero son tantos los intereses creados que no se buscan soluciones y alternativas para aplicar nuevas formas de energía, a ser posible renovables. Soluciones que por otra parte son de sobre conocidas: energía solar, energía eólica...

Del mismo modo, sabemos a ciencia cierta que el paradigma educativo imperante está obsoleto, que es incapaz de dar una respuesta real a las necesidades de la sociedad actual, pero son tantos los intereses creados y tan cómodas las dinámicas conocidas, que casi nadie se atreve a proponer nuevas formas de enseñar, a ser posible que respondan a la realidad de los jóvenes a los que van dirigidos los procesos de enseñanza/aprendizaje. Propuestas didácticas dinámicas que son conocidas por algunos docentes: enseñanza individualizada, trabajo colaborativo, enseñanza por competencias...

El objetivo de la educación del futuro debe de ser perder el miedo al cambio, a lo nuevo, a innovar, a emprender...

Por primera vez en la historia, somos conscientes de que lo que enseñamos en nuestras escuelas tiene fecha de caducidad. Por lo que la educación del mañana solo tiene sentido en tanto que sea permanente, es decir, durante toda la vida. Todo el saber actual ha dejado de ser "sólido" para pasar a ser "líquido", todo caduca con mucha (¿demasiada?) rapidez. Por eso hoy transmitimos nuestros conocimientos a través de blogs, wikis... y no a través de enciclopedias. Es curioso que, en ocasiones, consideremos obsoletas interesantes entradas de blogs porque tienen ¡un mes de antigüedad!

Pero aun en esta situación, ¿podemos afirmar que en la educación del futuro inmediato ya nada será igual de como lo es en la actualidad? Me gustaría mucho poder contestar afirmativamente, pero no soy tan atrevido. Romper las dinámicas, las costumbres, las tradiciones siempre es una tarea compleja. Nuestra obligación como integrantes de la comunidad educativa es, al menos, intentarlo.




1 comentario:

  1. Cierto es Salva que los cambios se producen en nuestra sociedad a velocidad de vértigo y que sin embargo la educación de este país no da respuesta a las demandas reales. La educación de este país ha estado y está avanzando en círculos para volver siempre al punto de partida a merced el gobierno de turno. Por otro lado, para una avance de la educación debe haber en mi opinión un compromiso de la comunidad educativa y de los docentes en primer lugar,pues es cierto que tratamos de ponernos al día, de ir con los tiempos, pero esto no es una actitud generalizada, responde más a la moralidad profesional de cada uno.A modo de ejemplo comentar que me entristece mucho ver clases de infantil donde los niños pasan la mañana cubriendo fichas y fichas ,...todavía las hay, y sin embargo no hay nada más bonito y gratificante que el trabajo por proyectos en infantil....
    ¿podemos afirmar que en la educación del futuro inmediato nada será igual que en la actualidad?
    no lo sé , pero probablemente las viejas costumbres y las malas formas enquistadas serán difíciles de arrancar...los que podemos y queremos avanzamos aunque a veces sea dando palos de ciego.
    De nuevo Salva, enhorabuena por el post.

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