10 motivos por los que a l@s alumn@s puede no gustarles la escuela

martes, 4 de diciembre de 2012
El otro día, haciendo una búsqueda en Google sobre el término “colegio”, me encontré, sin pretenderlo, con esta entrada de la Frikipedia (una versión satírica de la Wikipedia):

“Los "Centros de Reclusión para Menores", comúnmente llamados "Colegios", son lugares amplios y luminosos, de cuartos repletos de máquinas de tortura medievales utileria escolar, que curiosamente tienen como lugar de estacionamiento ciudades repletas de niños o hobbits. En estos antros de rutina edificios (mayormente) se diferencian varias partes, secciones, personajes y demás elementos a citar.” También se dice en esta entrada que las siglas “cole” significan “cárcel obligatoria llena de exámenes”.

Por supuesto se trata de una definición paródica, sarcástica, que pretende, de una manera algo extraña, ser graciosa. La escuela es otra cosa, pero las características que se exageran en esta definición de la Frikipedia, nos pueden dar una pista de cuáles son los motivos por los que a los alumnos y alumnas puede no gustarles ir a la escuela:

1.    Inmovilidad. La obligación de permanecer sentado durante un buen número de horas. No está en su naturaleza, necesitan moverse, tener actividad física para expresarse, comunicarse...

2.    Silencio. A la inmovilidad se le suma el hecho de estar siempre en silencio, sin casi interacción con los compañeros.

3.    Aislamiento. No tener contacto con el exterior. En sentido literal, estar casi todo el tiempo en un aula, entre cuatro paredes sin disfrutar del aire libre, de la naturaleza. En sentido figurado, no tener la posibilidad de relacionarse con el exterior a través de las redes sociales u otros medios.

4.    Uniformidad. El referente es el grupo clase y no el individuo. La enseñanza es igual para todos sin tener en cuenta las capacidades personales y los distintos ritmos de aprendizaje. Dicho sea de paso, aprovecho para comentar el tema de los uniformes que anulan la personalidad de l@s alumn@s, para conseguir una cierta igualdad, que no deja de ser ficticia.

5.    Pasividad. No tener una participación activa en el proceso de aprendizaje, ser un mero receptor de información. No ser sujeto creador es un elemento desmotivador.

6.    Aburrimiento. Tener que aprender cosas que marca un currículum que está totalmente alejado de la realidad y los intereses de l@s alumn@s.

7.    Estrés. Una presión desmedida por las calificaciones y el miedo al fracaso. El error se ve como derrota y no como oportunidad.

8.    Anacronismo. El empleo de recursos y aparatos propios de los siglos XIX y XX cuando los alumnos viven en un mundo digital. Los alumnos están hiperconectados en su vida cotidiana y “hiperdesconectados” en la escuela.

9.    Rigidez. Se les obliga a saltar de una materia a otra siguiendo unos horarios rígidos e inflexibles. No se tiene en cuenta sus intereses ni se trabaja transversalmente o por proyectos.

10. Incomprensión. La mayoría de las veces l@s alumn@s no entienden nada de los que se les explica, ni por qué se les explica. Y lo que es más grave aún, ellos ven que no se les comprende, ni se les tiene en cuenta.

Seguro que se pueden encontrar otros motivos y, por supuesto, que no todos los centros educativos son iguales. La función de este decálogo es hacer visibles algunas cuestiones para tenerlas presentes y, en la medida de los posible, evitarlas.

7 comentarios:

  1. Recibí tu mensaje sobre tu post anterior sobre los diez valores que me sirvió demasiado para evaluar el curso que termine con los alumnos recientemente. Gracias por tus reflexiones y recomendaciones. Un gran saludo y abrazo a la vez.

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  2. Muy bueno el artículo... y da que pensar. Saludos

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  3. En la escuela, libertad de movimiento e ideas. Gracias por escribirlo tan bien.

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  4. Salvador no podemos olvidar que para los pequeños significa la escuela el desarraigo de sus familias y para los más grandes la separación de su grupo de amigos o amigas, esto también hace que la escuela no sea estimada, romper sentimientos no es buena cosa. Saludos

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    1. Cierto, Dolores. Pero en la escuela también se crean vínculos y muy potentes, se hacen nuevos y buenos amigos (muchas veces para toda la vida)y, si el profesor es empático, también llega al alumno de manera muy intensa. Saludos

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    2. Ahí le has dado al profesorado!!! Hay quien no se plantea ni por asomo ser empático con su alumnado, esos son los que después tienen problemas en las clases y hay que ir a resolvérselos desde la figura de la autoridad. Sabes de qué hablo, verdad? Saludos

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    3. De hecho conozco algún profesor que cree que debe ser "distante" con sus alumnos para enseñarles. Están totalmente equivocados.

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