Cuando el talento no es el motor de la educación...

jueves, 11 de julio de 2013

Talento entre nuestros jóvenes hay a raudales; riqueza, no tanta.

Cuando la posibilidad de cursar estudios de grado superior, de obtener una formación de calidad, depende de los recursos económicos de los que uno dispone y no de su capacidad intelectual y su talento: ¡Cuánto talento desperdiciado! Y lo que muchos no parecen darse cuenta: ¡Cuánta riqueza (cultural y económica) desperdiciada para la sociedad!

Algunos políticos consideran que las becas son un dispendio irracional e insostenible. Pero es justo al contrario, es una inversión necesaria para asegurarnos un futuro cultural y económico mucho mejor, para que nuestra sociedad progrese.

Defender una visión clasista de la educación limita las posibilidades de desarrollo y desperdicia la riqueza humana de un país.

Aunque yo no creo (como creen algunos) que “todos los niños pueden ser Einstein”, sí que estoy convencido de que todos los niños tienen algún talento que necesitan desarrollar para alcanzar el máximo de su potencialidad. Algunos niños niños pueden ser Einstein; otros, Marie Curie; otros Fernando Alonso; otros, Picasso; otros, García Márquez; otros, Shakira; otros, Ferrán Adriá; otros, Gloria Fuertes... Pero lo que es realmente importante es que todos desarrollen al máximo su potencial, y eso el Estado tiene la obligación y el deber de posibilitarlo. 

3 comentarios:

  1. Tristes pero ciertas palabras. Es una realidad que vivo continuamente al ser estudiante y ver cómo compañeros cursan una carrera por ''hacer algo'', sin vocación ni motivación ni pasión en lo que estudian...pero con dinero, mientras otros a los que le sobran la voluntad, las ganas y el talento no pueden porque su economía se lo impide. Y más triste aún es cuando estos talentos se ven forzados a marchar de aquí porque descubren que es en otro país donde les valoran, les ayudan y les impulsan su potencial.

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  2. Coincido con tu opinión. Creo que necesitamos un gran cambio en la conciencia social. Hoy parece que el objetivo es "que el niño estudie una carrera" y eso está bien, pero no es un objetivo en sí mismo sino un medio para desarrollarnos como individuos. Ojalá educáramos en intentar que cada uno diera lo mejor de sí mismo y dignificáramos el "buen hacer" profesional en cualquier ámbito que la persona desarrolle sus cualidades. Más que muchos universitarios, necesitamos buenas personas ejerciendo bien y honestamente su oficio con el reconocimiento de todos. Un abrazo.

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    1. Necesitamos gente comprometida y preparada... gente honesta que se implique en la labor de educar

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