Los peligros de una escuela hostil

domingo, 7 de junio de 2015
"El trabajo de un profesor no es enseñar asignaturas, sino enseñar a los estudiantes." Ken Robinson

Conviene tener siempre presente que la educación, de un modo u otro, nos afecta a todos (como docentes, como padres, como alumnos, como ciudadanos...). Del mismo modo, no podemos olvidar que todos podemos hacer algo por cambiar la educación, por mejorarla. No valen excusas, no podemos escudarnos en leyes obsoletas y políticas económicamente malintencionadas, no podemos ampararnos en yo solo soy un alumno o un padre, no podemos escondernos detrás de la excusa perfecta: las cosas son así. Afortunadamente hay muchos docentes, directores de escuelas, padres e incluso alumnos que demuestran cada día que una escuela distinta es posible.

La escuela de los estándares, de las reválidas y de PISA corre el riesgo real de convertirse en una escuela hostil, en una escuela para unos pocos, dejando fuera del sistema a un gran número de alumnos, a una gran cantidad de futuros ciudadanos. Es por ello que, más allá de sistemas educativos y de políticas educativas afiliadas a ideologías políticas concretas, la escuela debe ser inclusiva, rica en su oferta, heterogénea en sus planteamientos, rica en lenguajes, variada en sus inteligencias..., es decir, una escuela diversa.

Dice Tonucci que "En esta escuela el maestro no será ya quien posee la verdad y la garantiza, sino quien proporciona el método, el experto que sabe hacer trabajar conjuntamente a los alumnos con sus diferencias, sacando partido de esa diversidad y respetando las potencialidades de cada uno". De ese modo la escuela podrá cumplir con su verdadero cometido que es el de formar personas capaces de participar en la sociedad de manera activa, crítica y constructiva; formar personas capaces de entender y apreciar su cultura y valorar y respetar las de los demás; formar personas capaces de desarrollar todo su talento y de vivir su vida con dignidad y disfrute con independencia económica.

Los peligros de una escuela hostil son demasiado importantes como para cruzarnos de brazos y dejar pasar el tiempo sin hacer nada. En cualquier momento, desde cualquier lugar todos y cada uno de nosotros tiene la capacidad y la posibilidad de cambiar la educación, sino es así... ¡cuánto talento desperdiciado a diario en nuestros centros educativos!

6 comentarios:

  1. ¡Cuánta verdad en tu post! Hace unos días Fernando Trujillo (un gran comunicador) nos contaba la metáfora del lápiz, distinguiendo sus diferentes partes en relación a la forma de actuar de los docentes, en un lápiz podemos distinguir la punta (aquí estarían los docentes inquietos, los que les gusta salir de la zona de confort), luego la madera (donde estarían aquellos docentes que se dejan arrastrar por aquellos compañeros que los ilusionan) luego el metal (donde encontraríamos a todos aquellos que se resisten al cambio) y por último la goma de borrar (donde encontraríamos a todos aquellos docentes tóxicos, que simplemente tratan de borrar y borrar todo aquello que se les propone, son los del club del "es que") En nuestra mano está el cambio en la educación, es necesario un cambio metodológico y empezar a salir de la zona de confort. Un abrazo Salvador.

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  2. Gracias Salvador por tus palabras, siempre motivadoras e ilusión antes. Gracias Esteban, desconocía la metáfora del lápiz, me parece muy acertada. Un saludo a ambos y seguimos, como dice otro gran docente como es mi amigo Agustín, Avanti, siempre Avanti.

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  3. hola!
    acabo de conocer tu blog y me ha parecido muy interesante
    me encanta que nombres en tu artículo a Tonucci me encanta su proyecto de ciudades amigas
    te felicito por tu trabajo
    yo también tengo un blog educativo, te paso el enlace por si te apetece visitarlo
    www.elrinconeducativ.wordpress.com
    un saludo

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