"El modo en que nos pensamos a nosotros mismos en tanto que personas está históricamente entremezclado con el modo en que pensamos en las tecnologías." (Osborne y Rose) en Loveless y Williamson; Nuevas Identidades de aprendizaje en la era digital. Editorial Narcea
Vivimos en un mundo extraño, donde lo real y lo virtual se confunden y entremezclan conformando una nueva forma de vivir. Tomamos café descafeinado, bebemos leche sin lactosa y comemos dulces sin azúcar... y lo que es más extraño aún educamos a nuestros hijos y alumnos con un sucedáneo de enseñanza sin aprendizaje (donde lo importante es aprobar y no aprender).
Actualmente, nuestra forma de entender la realidad, los símiles y metáforas que usamos para explicar el mundo, son del ámbito digital. Por eso decimos que debemos actualizarnos y aprender y desaprender durante toda la vida, que debemos cambiar de chip, que la mejor forma de aprender es en red, que todo es efímero, fugaz, cambiante... Y eso es totalmente aplicable al ámbito de la educación.
Queramos o no nuestra forma de enseñar está basada en la virtualidad, por "lo digital" es nuestra forma de explicar y entender el mundo. Lo virtual no es lo opuesto a lo real, sino que se complementan. Da igual sí usamos o no las TIC en el aula, da igual si damos más importancia a las disciplinas académicas que al aprendizaje más global... todos educamos en la virtualidad.
Eso está provocando ciertas incongruencias en nuestra forma de educar. Es muy difícil cuestionar aquello que está muy arraigado en nuestra forma de enseñar, por eso muchos sienten pavor a una escuela sin exámenes, a trabajar valores además de contenidos, a entender al docente como guía y no como transmisor directo del conocimiento... Por ese motivo, cuanto antes aceptemos todos que la tecnología condiciona nuestra visión del mundo, antes podremos aceptar que debemos cambiar nuestra forma de educar.
Nuestra labor como educadores es mucho más fácil con alumnos motivados, curiosos, comprometidos e interesado... creo que eso nadie lo discutiría. Para eso es necesario que entendamos cuál es la realidad en la que viven, qué es lo que les mueve a actuar, cuáles son sus sueños. Y todo eso está condicionado por lo digital, por lo virtual.
Por todo lo dicho, ahora que empieza el curso, os pido que no os conforméis con hacer lo de siempre, os pido que asumáis riesgos, que probéis cosas nuevas, que seáis creativos y hábiles en la resolución de los problemas que sin duda se os plantearán a lo largo de este curso. Pero sobre todo y cómo dice la famosa canción de Alaska: ¿A quién le importa cómo lo haga? No te dejes seducir por cantos de sirena y ten siempre presente que lo importante es que tus alumnos y alumnas aprendan.
¿ERES DOCENTE MOSCA O DOCENTE ABEJA?
Hace 6 días
Me parecio buena la explicacion.
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